En un reciente estudio del Departamento de Energía de Estados Unidos se concluye que esta nación podría convertirse en un gran exportador de Gas Natural Licuado, creando un impacto positivo a su economía en los próximos años, lo cual representaría ingresos cercanos a los 47.000 millones de dólares hacia el año 2020 y una importante cifra en la creación de nuevos puestos de trabajo directos e indirectos, representados principalmente en la construcción de al menos tres nuevas plantas de licuefacción, que permitirán la exportación del equivalente a más de un tercio del gas que consume Estados Unidos en la actualidad.

De llevarse a cabo este proyecto, Estados Unidos convertiría el Gas Natural Licuado en una fuente muy importante de energía a nivel global, que redibujaría las fronteras energéticas actuales, presentando sin duda una reducción de sus precios e igualando en pocos años al carbón y al petróleo como fuentes de producción de energía.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) que había calculado hace 5 años unas reservas mundiales de gas natural para unos 60 años, reconoce que con las nuevas tecnologias de explotación y las otras formas de gas no convencional, las reservas se amplian a unos 200 años. Actualmente países como Estados Unidos, Venezuela, China, Brasil y Argentina han incrementado en más del 50% sus reservas.